La gente del mundo de los negocios puede poner el cambio social en marcha

Meegan Scott

Meegan Scott

Por Meegan Scott

En su reciente artículo en la Harvard Business Review, Richard Straub de la Drucker Society pregunta: “¿Qué se necesita para cambiar algo grande sobre una comunidad, algo sobre lo que nadie tiene mucho poder individual, incluso algo tan grande como una mentalidad predominante?”

Y él nos da la respuesta: un movimiento social.

Como señala Straub, los movimientos sociales no son solo tema de los organizadores de la comunidad y los estudiantes universitarios.

“Los empresarios también pueden ponerlos en marcha, como estamos viendo en este momento”.

Lo que dice Straub no es nada nuevo para mí.

He conocido a otros con la misma creencia dentro y fuera de la Comunidad del Caribe.

Sin embargo, durante las últimas semanas, mientras compartía información relacionada con la Comunidad de Práctica (CoP) para Empresarios Inmigrantes del Caribe en la OCDE y otros mercados de la diáspora, me hicieron preguntas que dejaban claro que muchas personas en nuestra comunidad todavía creen que tales iniciativas para el cambio son competencia de gobiernos, ONG o agencias donantes.

Ya es hora de que comprendamos que los empresarios sí tienen un papel en poner en marcha ese cambio. ¡Y los empresarios caribeños también!

La comunidad negra y caribeña (y el Caribe en toda su diversidad étnica) no deben desperdiciar ninguna oportunidad de atrapar y avanzar con nuestra libertad e independencia como comunidad. Y eso significa unirse para liderar el cambio que queremos alcanzar. Con este fin, debemos participar en acciones poderosas y constantes y crear más símbolos de la práctica de la libertad, la independencia y el poder de un pueblo y una comunidad para trazar su destino.

Además debemos posicionarnos para ser un grupo de alta demanda dentro de nuestras naciones anfitrionas. No hablo de la alienación a otros grupos de la sociedad, hablo de movernos para resolver nuestros grandes problemas en la sociedad y posicionarnos para un futuro mejor. Y eso incluye la creencia de que el color del emprendimiento no es el negro; y que el color de la responsabilidad social tampoco lo es.

Al igual que Kauffman Foundation (una de las fundaciones privadas más grandes de los EE.UU., también conocida por apoyar a los emprendedores y Global Entrepreneurs Network), reconozco la necesidad de crear un entorno propicio, basado en la colaboración, la confianza, las redes conectadas y la toma de decisiones basada en la evidencia si queremos tener éxito en el crecimiento de la experiencia empresarial del Caribe y las empresas de alto impacto.

Para apoyar cualquier cambio duradero en esa dirección, necesitamos datos cuantitativos y cualitativos sólidos para proporcionar pruebas para crear soluciones que sean relevantes para nuestra comunidad. También debemos tomar medidas para crear mercados, fuentes de financiamiento, intercambio de habilidades y redes compartidas dentro de la Diáspora del Caribe a nivel mundial. Nuestra riqueza, nuestro crecimiento y nuestro cambio se encuentran dentro de nuestra Comunidad.

La CoP para Empresarios Inmigrantes está diseñada para facilitar gran parte de ese cambio. Aprovecho esta oportunidad para invitar a diásporanos, empresarios, académicos e investigadores de la misma opinión a reunirse como propietarios y beneficiarios de la CoP para Empresarios Inmigrantes del Caribe.

Actuemos para el éxito individual, empresarial, comunitario y del país de origen, así como para el éxito del multiculturalismo en nuestros países de acogida. Nuestra comunidad y nuestras empresas deben despertarse y aceptar el papel de los empresarios para poner en marcha el cambio.

Sobre el autor: Meegan Scott, B.Sc. Hons, MBA, ATM-B, CL, PMP., es una consultora de gestión estratégica nacida en Jamaica y propietaria de Magate Wildhorse Ltd en Toronto. Ha publicado artículos sobre negocios, estrategia, marketing, emprendimiento y mejora de los resultados de las Comunidades Negras y del Caribe. Para obtener más información sobre el correo electrónico de CoP: magatewildhorse@gmail.com. También publicó reseñas de eventos y produjo una serie de televisión para pequeñas empresas. Éste es un artículo colectivo.

Translated by Montserrat Ronchera.

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Carlos Zervigon—How I Got Walking with My Belly in My Hand for the PMP Designation

The Year was 2004 and the man was Carlos Zervigon, PMP Instructor.

I had been eying the PMP Course Ads in the Gleaner for a couple months with keen interest.

I already knew what to expect from the Faculty of the University of New Orleans both through face-to-face classroom interactions with—educators who knew how to facilitate learning —among them Dr. Paul Hensel, Dr. Alan Witt, Dr. J. Rabalais, Prof. Tim Ryan, Dr. Lilian Yee Fok, Dr. M. Kabir Hassan, and Dr. Steven Smith. I also knew what to expect when it came to social interaction with the Faculty through our Alumni Fundraising and Social Events.

So, what was holding me back? Did I really need to take PMP when I had been gobbling up the Project Management and Project Monitoring Methodologies taught by USAID and that of other donors especially the Inter-American Development Bank (IADB). Besides there was strategy which I wanted tied nicely to Finance and Policy, the MBA program had a major focus on Finance and we were encouraged to pursue Professional Certification soon after graduation and I was very keen on that. I had learnt through my work as a Corporate Strategy Planner that I could serve in both spheres —but which of the loves should I put my money on first?

It was a tough one given, the courses and designations had to be paid in US Dollars. The Project Management Office at the National Environment and Planning Agency was well stocked with huge binders on Project Management many of which were produced by the Inter-American Development Bank (IADB)—and I was a bookworm with a bottom less pit of an appetite for its content.

The raging hunger had started when I served a USAID Project, the online Project Management and Project Monitoring courses (World Bank or IADB) I was taking brought even greater knowledge leaving me famished. Then NEPA’s HR Department announced that individuals who pursued professional development courses within a certain time frame would get their course fees refunded if they were successful and provided proof. My problem was solved—now I could kill two birds with one stone. I registered for the PMP Course with UNO Executive Education. Carlos Zervigon had a class full and several group learning exercises to facilitate over the days of the course. He was excellent, calm, and rich with knowledge. He also had a few living life tips to share. I was learning the PMP approach and I was snatching some of his learning facilitation techniques along the way as well.

Carlos shared PMP with me in a way that was practical and ready to apply on the job. Best of all I could now mix and match from the PMP Body of Knowledge and the Project and Program Management Principles and Practices expounded by International Donors and Governments.

With the satisfying and delightful course served up by Carlos my next stop for desserts and snacks was the Humming Bird Chapter of PMP and the other areas in which I was so hungry for knowledge, competence and skills. Still I walked around with “my belly in my hand”—ravenous for the PMP Designation. Then, finally work and travel came to a slower pace in Canada and I earned the PMP Designation in 2013. But the learning is never done— both that taught formally and learning that you extract as you apply those principles and practice to problem solving. Thanks Carlos and NEPA for a great start.

Meegan Scott, B.Sc. Hons, MBA, ATM-B, CTL, PMP

Verified PMP